Campañas de diagnósticos precoz de enfermedades de cabeza y cuello.
Cáncer de Tiroides
El cáncer de tiroides es tratable. Aunque la palabra asusta las personas a las que se le diagnostica esta patología tienen posibilidades de tratamiento y pueden llevar una vida cotidiana como todos. Termina siendo una enfermedad crónica con controles de por vida.
¿Qué es cáncer de tiroides?
El cáncer de tiroides es un cáncer que se origina en la glándula tiroides. Para poder entender el cáncer de tiroides, resulta útil conocer sobre la estructura normal y el funcionamiento de esta glándula.
La glándula tiroides:
La glándula tiroides está localizada debajo del cartílago tiroideo (la manzana de Adán), en la parte delantera del cuello. En la mayoría de las personas no se puede ver o palpar. Esta glándula, en forma de mariposa, tiene dos lóbulos, el lóbulo derecho y el lóbulo izquierdo, que están unidos por un istmo angosto.
Un cáncer en aumento:
El cáncer de tiroides es un tumor canceroso que afecta a la glándula tiroides. Es poco frecuente con respecto a la totalidad de casos de cáncer. Hay distintos tipos: del 65% a 80% es diagnosticado como cáncer de tiroides papilar, entre el 10% y el 15% folicular, entre el 5% y el 10% medular, y del 3% a 5% anaplásico. Después del diagnóstico las perspectivas de tratamiento son excelentes.
La mayoría de los cánceres de tiroides pueden ser totalmente eliminados con la cirugía.
Es un cáncer cuya detección está en aumento. Se cree que es debido a estudios por motivos aleatorios y a causa del uso de métodos de control y prevención en cabeza y el cuello. Sin embargo aún no se tiene una respuesta definitiva a la pregunta sobre los motivos del aumento de casos de cáncer de tiroides.
El cáncer de tiroides es el cáncer endocrinológico más frecuente y, sin embargo, es raro en comparación con otros tipos de cánceres. En general, la edad media del diagnóstico se sitúa entre los 40 y los 53 años, siendo especialmente frecuente entre las mujeres de raza blanca.
Su prevalencia es baja, aunque va en aumento.
Aunque el diagnóstico de cáncer suele ser aterrador, el pronóstico para los pacientes afectados de éste suele ser bueno, dado que la mayoría se cura tras cirugía (para extirpar la glándula tiroides) seguida de la ablación del tejido tiroideo residual con yodo radioactivo (para destruir los restos del tejido tiroideo). Además, en la actualidad es posible evitar las situaciones de hipotiroidismo.
El signo principal del cáncer de tiroides es la aparición de un bulto (nódulo) en la glándula tiroides, puesto que no se presentan síntomas en la mayoría de los casos. En cambio, éste suele descubrirse durante algún examen físico rutinario. Algunos pacientes con cáncer de tiroides se pueden quejar de dolor en el cuello, la mandíbula o el oído.